jueves, 1 de noviembre de 2012

Adiós y sin rencores, querido





No me dejaste decidir, apareciste tal cual eres y yo te quise tal cual no eres. Presentaste el físico que enamora y mi esperanza salió por la puerta de atrás, sin finiquitos sin contrato fijo, con dolor a plazos, sin abrazos con remuneración, con desilusión indefinida.

Solo quería ser la dueña del escaparate y descoser los segundos bordados en mi pecho odiando tus tres raciones de arena pero aun mas los  escasos postres que calan mis huesos…
Pude permitirme pensar que me iría con los trapos viejos, que dejaría a lo que mas quiero, que no volvería si no es contigo pero- Tu ego y tu, tu y tu ego y las alimañas que le ofrecen carroña- me obligan olvidar que fui testigo de la vergüenza de mis besos.

Mi asfixia no entiende de límites ni tu miedo del amor

Si me ves alejarme, si te arrepientes algún día, grítame, llámame, búscame.  Aunque en ese momento yo solo sea ceniza en este mundo sin sentimiento.
Pero no me hagas recordar que  me soñé follándote con la tele basura de fondo, las ventanas vendadas y mis ideales arrastrándose hacia la puerta.

Contigo no he sabido de camas deshidratadas, de fuego en los bolsillos ni de kilos de mas, contigo solo he conocido amistad sin amigos, contigo he aprendido que solo eres tu cuando no hay humo a ambos lados.
Me has hecho sonreír a unos ojos que se reían, besar a una boca que escupía, coger la mano que nada ofrecía, abrazar un cuerpo que me repelía, amar a alguien que ni existía.
Me hiciste sentir oveja negra, la ultima, la que no sabe la que no entiende la que no cuenta, la que sufre… Pusiste la baraja sobre la mesa, aposte mi vida sin saber de trucos de magia, y ahora no se como poner el punto sobre la i, no se  que letra va detrás  ni sonreír si no estás.

Tú tienes miedo a que llegue el invierno, te conformas con sabanas mojadas cuando esta amaneciendo. Yo prefiero alguien que me espere con la luz apagada sobre nuestra almohada.

A veces creo sentir el peligro de quererte tal cual eres, masticando tus defectos y acariciando tus virtudes. Quiero que sepas que no me duele que tu destino no se encuentre en el final de mi vida, que solo importa que tu destino levante mi más triste y sincera sonrisa, con la impotencia de no estar ahí pero la enorme satisfacción de saber que eres feliz. Que lancen puñales sobre mi, que me claven de pies y manos pero a ti que te dejen tropezar.
Si esto no es amar que baje dios y lo vea. Pero ni Dios ni Alá ni Buda ni figuritas que escayolan mi fe dan respuesta a mis preguntas utópicas ni contestan a mis deseos de buenas noches
Que si esto no es amar que vengan ellas y me lo digan. Ellas, que aman la obsesión entre sollozos victimistas, que demuestren que su dolor vale mucho más.

No era ni el momento ni el lugar, ni yo la  persona que pueda hacer brotar de tus ojos la luz con la que te admiran los míos. Por un motivo u otro no podremos ser nosotros.
No quise despedidas de esas que dejan basura en los ojos por eso me fui en silencio asintiendo con el alma que era consciente de lo pesado del tiempo
Quería morir por ti y no me has dejado. No te culpo porque hay algo que me ha acompañado. Mi preciosa maldición: tu preciosa sonrisa, esa que me cuesta tanto desalojar de mi habitación, esa que provoca que nadie pueda pronunciar la palabra que ahora duerme en mi colchón.

Adiós, sin rencores.


"Cuida el final como cuidas el principio y no cosecharás el fracaso"
LAOZI

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