Ahora que ya no estás
Antes que nada, gracias. Si, gracias, oyes bien. Gracias por
quererme tanto, gracias por demostrarlo cada día, por pensar solo en mí. Enhorabuena
por tu perfecto guión. Aun recuerdo el ultimo dia que dijiste que me querías,
justo dos días antes de que cerrara por ultima vez la puerta del picadero.
Bonita tosca ironía la tuya, ¿verdad cariño? Y mientras desgarro camisetas
entre olor a madera quemada siento haber dejado de ser tu preciosa meretriz. Mi
vida, te deseo todo lo mejor. Deseo que necesites volver a mirarte en mis ojos,
que mi olor no desaparezca de tu almohada, que recuerdes cada noche mi espalda curvándose
sobre tus nalgas, mis dedos recorriendo tu espalda y mi aliento en tu cuello,
que eches de menos mi risa entre los asientos, que escuches mi voz entre
cada canción, que veas mi letra dibujada en el vaho de los cristales de aquel
maldito coche, que con cada triste orgasmo creas morder mis labios, que te
fumes con tu ego el cigarrito de después. Y ahora, mientras me fumo uno a tu
salud, se que me olvidaras en cualquier parque aspirando anestésicos, que me
dejaras... pero tus recuerdos ya huelen a crisantemo y ya no me da miedo que
bordes otros lazos que terminaras por pudrir igual que el broque de aquel
sujetador que quedó sobre tu cama. Hoy ya me conozco todas tus falacias, ya se
el porqué de tu recelo, y es que se cree el ladrón... ¿Verdad mi amor?
No hay comentarios:
Publicar un comentario