miércoles, 11 de julio de 2012

Ahora que ya no estás

Antes que nada, gracias. Si, gracias, oyes bien. Gracias por quererme tanto, gracias por demostrarlo cada día, por pensar solo en mí. Enhorabuena por tu perfecto guión. Aun recuerdo el ultimo dia que dijiste que me querías, justo dos días antes de que cerrara por ultima vez la puerta del picadero. Bonita tosca ironía la tuya, ¿verdad cariño? Y mientras desgarro camisetas entre olor a madera quemada siento haber dejado de ser tu preciosa meretriz. Mi vida, te deseo todo lo mejor. Deseo que necesites volver a mirarte en mis ojos, que mi olor no desaparezca de tu almohada, que recuerdes cada noche mi espalda curvándose sobre tus nalgas, mis dedos recorriendo tu espalda y mi aliento en tu cuello,  que eches de menos mi risa entre los asientos, que escuches mi voz entre cada canción, que veas mi letra dibujada en el vaho de los cristales de aquel maldito coche, que con cada triste orgasmo creas morder mis labios, que te fumes con tu ego el cigarrito de después. Y ahora, mientras me fumo uno a tu salud, se que me olvidaras en cualquier parque aspirando anestésicos, que me dejaras... pero tus recuerdos ya huelen a crisantemo y ya no me da miedo que bordes otros lazos que terminaras por pudrir igual que el broque de aquel sujetador que quedó sobre tu cama. Hoy ya me conozco todas tus falacias, ya se el porqué de tu recelo, y es que se cree el ladrón... ¿Verdad mi amor?

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